Cuando uno pregunta por un perro joven que apunta maneras, y, le contestan que, una pena empezó a cazar, no sería nada relevante si se tratase de un perro de las variadas razas de compañía, pero es alarmante cuando se trata de un perro de caza como el setter, y el círculo de donde vino la respuesta es el denominado círculo de selección de ejemplares para la mejora de dicha raza.
Hemos llegado al momento de alarma, cuando es una pena que un perro de caza haya empezado a cazar, algo no va bien y no es otra cosa que el tipo de selección que llevamos durante décadas y el cúal creemos ser el camino de mejora.
La competición, su alto coste, el ego del ser humano por ser
el mejor, tener el mejor perro , no nos tienen por qué desviar
de lo que debería ser la selección de un perro de caza y debería ser una pena que no cazase.
Serán cerca de diez años que el gran Orlando Fabri en uno de mis viajes a Italia, empezó a abrirme los ojos y aclararme mis ya seguras ideas y reflexiones y me dijo algo tan sencillo como, si tienes un buen setter de caza, no pretendas mejorarlo con un perro de competición, es el setter de caza el que tiene que reproducir y ser contrastado en la competición.
Sabias palabras de un gran setterman.
Intento poner mi granito de arena en el bonito mundo de selección de nuestra querida (y todavía válida) raza para aquello que fue creada y os pongo a continuación un pequeño video grabado esta tarde cuando había sembrado una paloma para ver los contactos con la caza de un par de cachorros y se me escapó uno de los adultos y lo encontré de esta manera, espero os guste aunque la calidad de la imagen no sea todo lo deseable y como me dijo mi amigo Ramón a mí también me recuerda a su padre.
Hemos llegado al momento de alarma, cuando es una pena que un perro de caza haya empezado a cazar, algo no va bien y no es otra cosa que el tipo de selección que llevamos durante décadas y el cúal creemos ser el camino de mejora.
La competición, su alto coste, el ego del ser humano por ser
el mejor, tener el mejor perro , no nos tienen por qué desviar
de lo que debería ser la selección de un perro de caza y debería ser una pena que no cazase.
Serán cerca de diez años que el gran Orlando Fabri en uno de mis viajes a Italia, empezó a abrirme los ojos y aclararme mis ya seguras ideas y reflexiones y me dijo algo tan sencillo como, si tienes un buen setter de caza, no pretendas mejorarlo con un perro de competición, es el setter de caza el que tiene que reproducir y ser contrastado en la competición.
Sabias palabras de un gran setterman.
Intento poner mi granito de arena en el bonito mundo de selección de nuestra querida (y todavía válida) raza para aquello que fue creada y os pongo a continuación un pequeño video grabado esta tarde cuando había sembrado una paloma para ver los contactos con la caza de un par de cachorros y se me escapó uno de los adultos y lo encontré de esta manera, espero os guste aunque la calidad de la imagen no sea todo lo deseable y como me dijo mi amigo Ramón a mí también me recuerda a su padre.